viernes, 23 de diciembre de 2011

Países de la OTSC necesitan estrategia de defensa colectiva


El pasado 20 de diciembre, en Moscú se celebró la nueva sesión del Consejo Permanente de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) que integra a Rusia, Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán y Uzbekistán.
Esta cumbre puso en evidencia que los miembros de esta alianza político-militar sienten cada vez más la necesidad en seguridad colectiva, a pesar de las discrepancias que existen entre varios países. Los integrantes de la OTSC por primera vez en la historia de la alianza aprobaron un documento que estipula la planificación estratégica en el ámbito militar.
La reunión contó con la participación de los presidentes de todos los siete países miembros de la OTSC, el secretario general de la OTSC, titulares de departamentos militares y Ministerios de Asuntos Exteriores, así como de los secretarios de los Consejos de Seguridad de los países de la OTSC.
Últimamente, la actividad de la OTSC pasó a ser objeto de críticas. La organización no ha cumplido su misión de garantizar realmente la seguridad colectiva de sus países miembros.
Pero hoy en día, no hay otra organización capaz de mantener la seguridad y estabilidad en el espacio postsoviético. Así las cosas, los países de la OTSC se ven obligados a buscar un algoritmo de cooperación más eficaz. 


Es necesario determinar las reglas del juego
A juzgar por el cariz de los acontecimientos acaecidos en los últimos años, Rusia fue el único páis interesado en el proyecto de la OTSC. Al menos, así lo afirmaron varios líderes de los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).
Mientras tanto, los socios de Moscú en la OTSC estaban seguros de que podrían contar con el apoyo de Rusia en las situaciones críticas.
Los países miembros de la OTSC asimismo obtienen sustanciales ventajas en tiempo de paz, incluida la posibilidad de comprar armamento y material bélico a precios vigentes en el mercado interno de Rusia. Además, tienen acceso a la información operativa de la que disponen los servicios de seguridad de Rusia. Lo último es especialmente importante hoy por hoy para Tayikistán.
Hoy en día, EEUU mantiene una base aérea en Manas, situada en el área del aeropuerto de la capital de Kirguizistán. La base fue instalada en 2001 y actualmente se denominada Centro de tránsito. Sigue siendo un punto clave en el traslado de equipos y efectivos militares de EEUU a Afganistán. La posibilidad de que las bases militares de EEUU y la OTAN sean desplegadas en Tayikistán y Uzbekistán, provoca una reacción negativa de Moscú.
A principios de noviembre pasado, el tribunal tayiko condenó a los pilotos ruso y estonio, Sadóvnichi y Rudenko, capitanes de dos aviones An-72 pertenecientes a la compañía rusa Rolkan investments Ltd, a 8,5 años de cárcel por supuestos delitos de contrabando, cruce ilegal de la frontera y violación de las normas de vuelo. Tales las acciones parecen algo extrañas por parte del país que afirma ser socio de Rusia, a pesar de todas las declaraciones por parte de las autoridades tayikas sobre las relaciones especiales con Moscú.
Es lógico que Rusia haya planteado todas estas cuestiones ante otros miembros de la OTSC durante la reciente cumbre.
Los siete Estados postsoviéticos agrupados en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) acordaron que terceras naciones no podrán establecer bases militares en su territorio a menos que todos los integrantes de la alianza aprueben tal decisión.
El mandatario ruso Dmitri Medvédev, calificó esa decisión de “cohesionadora”.


La postura de Tashkent
El presidente de Uzbekistán, Islam Karímov, asistió a la cumbre de la OTSC celebrada en Moscú el pasado 20 de diciembre.
Se puede calificar de complicadas las relaciones entre Tashkent y la alianza. El Tratado de Seguridad Colectiva fue firmado en Tashkent el 15 de mayo de 1992. Pero en abril de 1999, Uzbekistán abandonó el Tratado.
En agosto de 2006, tras los desórdenes ocurridos en la ciudad uzbeca de Andijan el 13 de mayo de 2005 que causaron la muerte de 173 personas, Tashkent volvió a adherirse a la OTSC, pero en octubre de 2008 suspendió su participación y bloqueó varias iniciativas importantes de la OTSC.
Hoy en día, Tashkent pone a la OTSC en una situación complicada. Por un lado, al negociar la posibilidad de trasladar las bases militares estadounidenses de Afganistán a su territorio, Uzbekistán espera estabilizar la situación en el país, pero, de hecho, impulsa la actividad de organizaciones islamistas.
La OTSC, la que formalmente Uzbekistán no ha abandonado, y ante todo, Rusia pueden verse ante la necesidad de defender el régimen de Karímov contra los fundamentalistas islámicos.
Es curioso que no haya sido Moscú sino Minsk la que planteó la cuestión sobre el estatus de Uzbekistán en la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva. Sea lo que sea, en 2012, Tashkent deberá determinar su puesto en la OTSC, ya que su estatus doble no corresponde a la nueva estrategia de la alianza. 


Aspectos prioritarios para 2012
Este año, Bielorrusia ejerce la presidencia de turno de la OTSC y en 2012 la asumirá Kazajstán que tendrá que resolver varios problemas, entre los que se pueden destacar tres prioritarios.
Los participantes de la sesión del Consejo Permanente de la OTSC firmaron la resolución sobre el mecanismo de reacción a las situaciones de crisis.
Hace un año, tras los acontecimientos trágicos en el sur de Kirguizistán en verano de 2010, se introdujeron cambios en los Estatutos de la OTSC, que estipulan la posibilidad de emplear la fuerza para reprimir disturbios locales, en caso de que sea aprobada la respectiva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU.
Durante su presidencia de turno, Kazajstán deberá elaborar el mecanismo de empleo de la Fuerza Colectiva de Reacción Rápida de la OTSC para superar las consecuencias de situaciones de emergencia.
El tema de tráfico ilegal de drogas provenientes de Afganistán sigue siendo prioritario. Rusia propuso volver a emplazar en la frontera tayiko-afgana a los guardias fronterizos rusos que podrían contar con la respectiva autorización de la OTSC.
Según el Servicio Federal ruso de Control de Drogas (FSKN), esta medida tendría un efecto positivo, ya que podría reducir el volumen del narcotráfico afgano. Además, la presencia de un contingente de la OTSC en la frontera con Afganistán contribuiría a estabilizar la situación en Tayikistán.
Asimismo, los planes para retirar las tropas de la coalición internacional de Afganistán y una movilización drástica de los talibán en Afganistán y Pakistán preocupan a los países de la OTSC.
El Consejo de la OTSC aprobó por primera vez un documento concreto que estipula la planificación estratégica en el ámbito militar. Se trata del Plan de la OTSC para contrarrestar los desafíos y amenazas provenientes del territorio de Afganistán.
Pero es evidente que una estrategia de defensa colectiva prevé un alto nivel de cooperación de los países miembros de la alianza. 


*Innokenti Adiasov es miembro del Consejo de expertos dependiente del Comité para asuntos de la CEI de la Duma de Estado (cámara baja del Parlamento ruso)
Fuente RiaNovosti

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