viernes, 24 de febrero de 2012

Occidente provoca su propia ruina con las sanciones a Irán

El embargo al petróleo de Irán resultó a ser contraproducente. La escalada de tensión entre la república islámica y la comunidad internacional lleva semanas empujando el precio del crudo hasta el punto máximo de los últimos meses. ¿Estados Unidos y la Unión Europea cavaron su propia fosa?

El valor de barril ya superó los 124 dólares y los expertos predicen que puede alcanzar hasta los 200. Y todo en medio de la crisis financiera que, en primer lugar, castiga el bolsillo de la clase media europea y estadounidense. No obstante, los políticos prefieren seguir empujando a otros Estados a que rechacen las importaciones de Irán. Los países asiáticos, a su vez, se niegan por la alta necesidad del crudo iraní.

“Si las sanciones funcionan o no es un asunto que no le corresponda juzgar a India. Estas son sanciones impuestas por EE. UU. y la Unión Europea, ellos no nos consultaron cuando las impusieron, así que es un problema de ellos, no nuestro. Nuestro deber es solo velar por el bienestar de nuestro pueblo y sus necesidades de energía”, indicó Gopalapuram Parthasarathy del Centro de Investigación Política (Centre for Policy Research).

India e Irán, ¿cimentados por petróleo para siempre?

Últimamente, India se convirtió en uno de los principales importadores del petróleo iraní, lo que minimiza el impacto de la reducción de suministros provocada por la imposición de las sanciones. Además, las autoridades indias e iraníes están discutiendo la posibilidad de realizar pagos en una divisa nacional o hasta en oro para no depender del dólar. Por eso, muchos analistas consideran que las sanciones contra Irán no serán totalmente efectivas si los gigantes asiáticos no juegan su parte.

“Los países que estarán en la palestra en el futuro son China y la India. Las sanciones no afectarán lo suficiente a Irán para alcanzar los objetivos de los países de Occidente, si es que China e India no lo hacen también”, dijo la profesora Navnita Behera de la Universidad de Delhi.

Un ex representante del Departamento de Estado declaró que el hecho de que la India no haya apoyado a Occidente en su embargo petrolero es una bofetada a EE. UU. Pero pese a esta presión, las autoridades indias no quieren participar en este plan.

“Es imposible para India tomar una decisión drástica para reducir las importaciones desde Irán, porque es un país importante entre las naciones que pueden proveer los requerimientos necesarios para las economías emergentes”, destacó el ministro de Finanzas de India, Pranab Kumar Mukherjee.

EE. UU. y sus aliados pueden elaborar miles de planes para sancionar y aislar a Irán. Pero mientras haya países que se opongan a esa política unipolar, parece que todas las medidas están condenadas al fracaso. Además, la subida de los precios del crudo beneficia a la república islámica. Y resulta que los únicos que sufren las sanciones son los mismos estados que las impusieron y sus ciudadanos.

Fuente RT noticias

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