miércoles, 27 de marzo de 2013

Dialéctica del triángulo: Pekín-Washington-Moscú

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Las recientes declaraciones de algunos políticos estadounidenses y publicaciones en los medios de comunicación indican claramente que EEUU tiene celos de Pekín por Rusia.

En efecto, los intereses de las tres potencias están formando algo así como un triángulo geopolítico que, por cierto, dista mucho de ser idílico.
El semanario estadounidense The Nation sostiene que EEUU y China son como dos rivales que se están disputando la benevolencia de Rusia. El autor del artículo señala que la reciente visita del nuevo líder de China a Moscú, que coincidió con cierta reanimación del diálogo estadounidense-ruso sobre la defensa antimisiles, reduce la influencia de los neoconservadores y otros “halcones” de orientación antirrusa sobre la jefatura política de EEUU. Al mismo tiempo, uno de los más conocido “halcones” de Washington, Zbigniew Brzezinski, fue el primero en reaccionar al acercamiento entre Moscú y Pekín, diciendo que el presidente de China, Xi Jinping, hizo mal al realizar su primera visita internacional a Rusia, porque le convendría más buscar una mayor aproximación con EEUU.
Desde luego que cada uno de los integrantes del convencional triángulo Pekín-Washington-Moscú está velando principalmente por sus propios intereses políticos y económicos. La relación económica entre China y EEUU es muy estrecha ya que su comercio bilateral se aprecia en casi quinientos mil millones de dólares. Rusia no tiene tan importantes vínculos económicos y comerciales con EEUU y esta situación no debe de cambiar en los próximos años. Por eso, para Rusia China es más relevante que EEUU desde el punto de vista de las exportaciones de productos energéticos rusos. Económicamente, Rusia se siente más vinculada a China como un mercado en crecimiento y a Europa, como su socio tradicional.
Políticamente, la situación dentro del triángulo es aún más complicada. Desde que EEUU insiste en implementar su escudo antimisiles en el Extremo Oriente, China y Rusia se han visto en el mismo barco. Porque Washington tampoco consulta a China a la hora de desplegar componentes adicionales de su DAM. El economista Alexánder Salitski señala que las relaciones políticas ente China y Rusia muestran notables progresos y ya muchos de los jugadores internacionales, incluido Washington, se han dado cuenta de que los problemas entre Moscú y Pekín se están solucionando de manera mucho más rápida y eficaz.
El analista agrega que entre los políticos rusos es bastante común la opinión de que, al no buscar la amistad de EEUU, Rusia se está privando de muchas opciones y beneficios. Pero los estadounidenses no entienden el concepto de “amistad” tal como lo entendemos nosotros:
No tienen antecedentes históricos de esta terminología. Cuando incluimos la palabra “amistad” en un acuerdo con China, la reminiscencia política es clarísima. Ambas partes entienden el tipo de relación que se supone. Puede que alguien lo considere pasado de moda, pero estará equivocado. Obviamente que la relación con EEUU debería ser definida en otros términos. Si desprecia abiertamente nuestros intereses de seguridad, como algo que no tiene mucha importancia, no está en el mejor camino para tratar con Rusia. Creo que la lógica de las relaciones con China obligará a EEUU a reconsiderar tarde o temprano su actitud frente a Rusia, adoptando una postura más positiva.
EEUU pretende neutralizar a China, después de haber contribuido tanto a su ascenso hasta las resplandecientes cúspides de la economía y la política global, asevera el doctor en ciencias históricas, Andréi Volodin, director del Centro de Estudios Orientales de la Academia Diplomática adjunta al Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia:
El interés de EEUU es sencillo. En primer término, los estadounidenses buscan recuperar el mundo unipolar que, a modo de ver, perdieron al invadir Iraq en 2003. El interés chino con respecto a Rusia consiste en utilizarnos como una contraparte a EEUU que, según los chinos, pretende bloquearlos dentro de la región Asia-Pacífico. La dialéctica de las relaciones es bastante complicada y espero que la diplomacia rusa la tome en consideración. Las relaciones entre China y Rusia son más estrechas, más de confianza. Pero no somos aliados íntimos con China, sino socios. Hay procesos objetivos. Por lo tanto, consideramos los indicios de rivalidad entre China y EEUU como un factor positivo que nos beneficia en la consecución de nuestros intereses políticos globales.
 Al mismo tiempo, la prioridad de Rusia dentro y fuera del triángulo geopolítico sigue siendo el desarrollo de su propia economía nacional. Sin una economía fuerte, Rusia no podrá seguir conversando de igual a igual con sus socios internacionales a nivel del triángulo o cualquier otra configuración geopolítica.

La voz de Rusia

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