jueves, 28 de marzo de 2013

Sistema de misiles Club-К: la muerte en un contenedor

Sistema de misiles Club-К: la muerte en un contenedor

Rusia acaba de concluir el diseño del sistema modular de misiles Club-K, sin análogos en el mundo.

Expertos en la materia afirman que Club-K abre un nuevo capítulo en la creación de armas defensivas de nueva generación.
El sistema Club-K, que es la versión de exportación del sistema ruso de misiles Kalibr, es ampliamente conocido en el mercado mundial de armamento. Está instalado en muchos buques y submarinos que Rusia exportó en los años 2000. Además, muchos países compran Club-K para modernizar sus fuerzas navales.
El Club-K consta de un lanzador de cuatro misiles multipropósito de tipo Kh-35UE, 3 M14 ó 3M54. En otros contenedores también van ocultados los sistemas de reconocimiento y de control de lanzamiento. De hecho, este armamento es prácticamente indetectable porque en su apariencia exterior es idéntico a los contenedores tradicionales de carga de veinte ó cuarenta pies y puede ser puesto en cualquier sitio, incluyendo las terminales portuarias y barcos mercantes.

Semejantes sorpresas pueden resultar sumamente desagradables incluso para las grandes potencias navales.
Ningún país del Tercer Mundo es capaz de enfrentarse a solas a una potencia mundial. Es un hecho evidente.

Pero hay herramientas que harían un eventual conflicto demasiado costoso para que alguna potencia mundial intente desatarlo. En su versión más extrema esta ideología la desarrolla Corea del Norte que optó por las armas nucleares para hacer inadmisiblemente costosa una guerra que puedan desatar sus adversarios. Pero los conflictos y relaciones internacionales tienen mucho más matices, y a veces, la mera amenaza de emplear misiles de precisión resulta suficiente para que la parte opuesta haga determinadas concesiones.
Los sistemas como Club-К son los máximos exponentes de esta ideología. En la época actual, cuando los conflictos armados no implican obligatoriamente la suspensión de la navegación mercante, disponiendo siquiera de un sencillo designador de blancos, semejantes armas representan una amenaza mortal incluso para los buques dotados del sistema Aegis o algo parecido. Obviar esta amenaza (pero sólo en parte) sería posible únicamente decretando enormes zonas de exclusión marítima, lo que acarrearía fuerte pérdidas financieras y aun mayores inconvenientes colaterales. Aun cuando el Pentágono esté dispuesto a aceptarlos, el Capitolio y The Wall Street tener un enfoque muy distinto. Precisamente esta disparidad de criterios puede resultar decisiva en los temas de guerra o paz.

La voz de Rusia

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