sábado, 27 de julio de 2013

Pekín y Moscú “socavan el dólar”

Москва и Пекин «копают под доллар»

China y Rusia se unieron para combatir el dólar como unidad de reserva por excelencia. Este juicio emitió el prestigioso comerciante norteamericano Russ Winter, quien asevera que, Pekín y Moscú estarían ya plasmando la primera parte de un plan contra la hegemonía del dólar en los mercados mundiales.

En realidad, China y Rusia optaron por una táctica parecida, consistente en la renuncia al máximo del dólar en las cuentas internacionales y, en el robustecimiento de las divisas propias a costa de la compra de oro. Moscú estimula las transferencias al exterior en rublos, a la vez que limita las divisas extranjeras. Pekín, por su parte, está pasando gradualmente al canje directo de yuan por euro, libras esterlinas y yenes. China, al mismo tiempo ha aumentado en diez veces las importaciones de oro, el que actualmente compra mucho más que lo que produce. Y es que, mientras mayor es la protección del yuan por el oro, más débiles son las posiciones del dólar como moneda de reserva principal.

Sin embargo, a juicio de analistas, este es tan solo el efecto. La causa está en la caída del poder adquisitivo del dólar, en general, y de la economía de EEUU, en particular. Debido al crecimiento de la masa circulante de la divisa estadounidense, en los próximos tres años podría abaratarse en un cincuenta por ciento. Pekín y Moscú se han visto obligados a salvaguardar sus monedas frente a tal escenario, razón por la que están transfiriendo sus reservas en oro.

Russ Winter destaca que el plan de los aliados es simple: elevar paulatinamente la convertibilidad del rublo y del yuan y, aumentar su papel en el comercio internacional, para más adelante postularlos como monedas de reserva. EEUU, cuya deuda estatal se aproxima ya al 110 % del PIB, lisa y llanamente no podrá afrontar ese desafío. Aunque, por cierto, el “día de la victoria” sobre el dólar (el euro y la libra esterlina, además) no está cerca. Para que el mundo acepte una divisa como de reserva, ella debe responder a condiciones determinadas, subraya Iván Fomenko, jefe de departamento del Absolute Bank:

–En primer lugar, la apertura plena del mercado de divisas y de la convertibilidad de esa moneda. En segundo lugar, la fiabilidad y la apertura de los institutos financieros de los países que aspiran a que sus divisas revistan el estatus de reserva. En tercer lugar, la secuencia lógica de las acciones de las autoridades monetarias. Y en cuarto lugar, y lo principal, el deseo de las compañías de pactar convenios con una divisa base como el yuan.

Analizando las acciones de Moscú y de Pekín de los últimos años podemos concluir que, el experto estadounidense no está muy lejos de la verdad. China declaraba ya en 2009 que, el predominio de una moneda en el mundo entraña riesgos elevados de propagación de la crisis. Las autoridades rusas se pronunciaban también por el aumento de la cantidad de monedas de reserva, e incluso proponían el rublo como una de ellas. El asunto no quedó en las meras declaraciones. Irán, Angola, Rusia, Sudán y Venezuela convinieron el pago de los suministros de petróleo en yuanes. Así, en moneda china se pagan hoy en el mundo cinco millones de barriles de petróleo al día. A mediados de julio se supo que, el volumen de las ventas directas en yenes y yuanes se había duplicado, tan solo al cabo de un año del comienzo de tales operaciones. A partir del 4 de julio, Singapur comenzó a ofrecer servicios clearing, de análisis de riesgos financieros, de operaciones en yuanes. En lo que respecta a Moscú, se desconoce la existencia de acuerdos oficiales con Pekín sobre apoyo al yuan. Sin embargo, sus medidas hablan del respaldo a la cotización china, apunta Alexéi Máslov, experto de la Escuela Superior de Economía:

–Hay que decir que, el papel de Rusia es más bien técnico, pues, no existe acuerdo directo alguno entre China y Rusia con respecto al bloqueo del dólar. Y Rusia, a mi juicio, es tan solo uno de los sujetos en este grandioso plan de China. Pero, esto conviene a Rusia desde el punto de vista táctico. En cuanto al punto de vista estratégico, el reforzamiento de un país como China puede suscitar inquietudes.

Russ Winter compara el paso siguiente con “la patada a la silla sobre la que EEUU está parado con la soga al cuello”. Para ello, China y Rusia necesitan reforzar sus divisas con oro, a lo que se dedican ya como se indicaba al comienzo. Aunque la mayoría de los analistas considera que, la “silla” fue hecha en Washington de material sorprendentement e recio, y para desvencijarla definitivamente se van a necesitar, como mínimo, cinco a diez años.

La voz de rusia

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